Libro solo para personas valientes que quieren aventurarse más allá de «lo de siempre».

(… continuación)

A modo de preámbulo

De forma similar al profesor Higgins[1], diré que:”Yo soy un hombre simple y común”. Tal vez un ser ignorante que no entiende muchas cosas.

Por ejemplo, no puedo entender por qué se dice que el mundo está lleno de maldad, que nunca el ser humano ha sido tan desalmado, insensible, corrupto, pecaminoso y no sé cuántos calificativos más que pintan al humano actual como un ser cada vez más depravado.

Somos más de 7 mil millones de seres humanos[2] ¿crees realmente que somos más de 7 mil millones de seres desalmados, insensibles y rotundamente egoístas?

Yo creo que no, pero ya he dicho que soy un ignorante y, en mi ignorancia, pienso que más bien somos unos 6 mil millones y pico (pico de cigüeña) de seres humanos, de personas, hombres y mujeres, que lo único que desean es laborar en un trabajo honrado (acorde a nuestra aptitud física e intelectual), un trabajo que nos aporte satisfacción personal, con compañeros agradables, en un lugar donde no haya conflictos innecesarios[3].

Un trabajo que nos facilite los medios que nos permitan tener un hogar con nuestra pareja y nuestros hijos (o en compañía de con quién nos apetezca compartir), un lugar en el cual siempre se disponga de un alimento justo (ni por encima ni por debajo de nuestras necesidades biológicas).Es decir: un hogar sencillo donde refugiarnos y poder disfrutar algunos de los adelantos técnicos que nuestra civilización nos ofrece.

Soy una persona normal y corriente que, como millones y millones de otras personas, deseamos no tener ningún problema para pasear por las calles, a cualquier hora del día o de la noche; tener la posibilidad de reunirse de vez en cuando con nuestros amigos y compartir un trago moderado o un café y una charla en nuestra casa, o en la de ellos, en una tasca, una cafetería o donde sea; poder ir al templo los sábados, domingos o viernes (de acuerdo con nuestra religión) o a nuestro club preferido; poder, por lo menos una vez al año, ir con nuestra familia a algún lugar (playa o montaña) donde renovar nuestra alma, nuestra mente y nuestro cuerpo, y tener la tranquilidad de que en nuestra tercera edad vamos a poder continuar con similar dinámica después de jubilarnos.

¿Es ese mínimo pedir demasiado?

¿Es nuestro planeta capaz de dar eso a los 7 mil millones de seres humanos que ya existimos en el mismo?

[1] En la comedia musical “My Fair Lady” o “Mi Bella Dama”.

[2] Eso fue allá por el 2008; al lanzar esta 2ª edición, posiblemente seamos 500 millones más.

[3] Quedando claro que ningún conflicto es necesario.

(continuará …)

«Histérica Historia»
Copyright © 2011 by Pablo J.Luis Molinero
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Te aseguro que este libro te permitirá ver las cosas de siempre con otra perspectiva que muy posiblemente nunca se te había ocurrido. Lo cual ya tiene su atractivo.
Un abrazo

Pablo J.Luis Molinero



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